Esto no es Batman versus Superman y no es que sean enemigas, más bien son dos conceptos que la gente tiende a confundir. Los confunde porque se usan en un mismo artículo (como este), en la misma descripción de trabajo o incluso en la misma oración. Algunos creen que son palabras hermanas que pueden usarse como sinónimos y en mi humilde e irrefutable opinión de ninja experto: son tía y sobrina. No te equivoques más y aprende la diferencia que es muy fácil.
Pero partamos por el inicio, antes que las pantallas fueran táctiles, antes que el tiempo fuera medido, incluso antes que antes, ya existían las interfaces de usuario. No eran botones llamativos para comprar cremas rejuvenecedoras, eran simplemente el sistema más rudimentario para que una persona usara un objeto. Por eso, antes que la Experiencia de Usuario y antes que la Usabilidad, para mí, está primero la Funcionalidad.
Funcionalidad
La funcionalidad es la utilidad más básica que le podemos dar a un objeto. Es solo cumplir con una función elemental y puede que incluso ni siquiera fuera diseñado para eso ¿o crees que fuiste el primero en usar una moneda para sujetar un tornillo flojo? En la mayoría de los casos casi no hay diseño de por medio, no existe industrialización ni tampoco una proyección al uso masivo o duradero. Tiene su origen en resolver una necesidad básica y nuestros antepasados lo resolvieron de maravillas.
¿Funcionaba? Sí ¿Era usable? Mmmm no tanto. Estas herramientas rudimentarias cumplían una función, pero duraban poco, se rompían, su filo se perdía y no eran reutilizables en el mediano plazo. Tu moneda apretó tu tornillo, pero seguro que te quedó doliendo el dedo intentando que quedara firme y seguro.
Usabilidad
Ya entramos en línea recta a un objeto pensado no solo en funcionar, sino en ser «usable». Es eficaz, es eficiente y cumple el propósito para el cual fue diseñado. Más importante aun, está «pensado» como un objeto que debe servir como una extensión de las herramientas naturales del ser humano, como lo son sus manos. Es un objeto que se adapta al usuario y no nos obliga a acomodarnos a sus reglas.
En este ejemplo, este cuchillo se adapta a la percepción física y táctil del usuario, su mango anatómico se adecua a las curvas y la naturaleza humana. Le otorga firmeza al uso y tiene una materialidad que permite la industrialización, reutilización y prolonga su uso en el tiempo ¿Funciona? Obvio ¿Es usable? Por su puesto ¿Genera un vínculo con el usuario provocando una satisfacción desmedida con cada utilización? Casi…
Experiencia de Usuario
Ya estamos aquí. La experiencia de usuario es, en mi opinión, el sublime resultado de ir más allá de cumplir con el objetivo único de funcionar y servir. Debe desencadenar los sentidos y a su vez asombrar por su sencillez. Debe ser fácil, debe ser rápida, debe ser útil, debe ser bella, debe enamorarte en cada uso. Debe sin duda crear en ti un recuerdo de cómo se hacen las cosas pensadas en todos los usos que no creías que era capaz de brindar.
La navaja suiza, es el ejemplo optimo de como una cosa tan simple como un cuchillo se transformó en un objeto de deseo, en una experiencia en sí mismo ¿Funciona? Sí ¿Es usable? Sin duda ¿Ofrece una experiencia satisfactoria y un vínculo emocional con el usuario? ¡Off course que yes!
Conclusiones
No se confunda más ni peque de amateur, Funcionalidad, Usabilidad y Experiencia de Usuario son 3 cosas distintas, pero parecidas. Tome un objeto digital o físico en su mano y no se quede con lo básico, ni se conforme con las apariencias, úselo y disfrútelo, que para eso le pagan poco a algún diseñador ux.
¿Tienes tus propios ejemplos? Compártemelos.